Durante los tres primeros años de vida, a través del programa “Primeros Pasos”, los padres aprenden a educar los hábitos básicos. Ahora deben aprovechar la adquisición de nuevas habilidades, físicas e intelectuales, de los niños de 4 y 5 años, para ayudarles a crecer en todas las dimensiones de la persona.
Con este programa los padres descubrimos la necesidad de construir una auténtica vida de familia y a emplearnos eficazmente en el ejercicio de la autoridad. Es ahora el momento de aprovechar su incipiente capacidad de conversar para que nuestra tarea educativa sea eficaz y los niños de estas edades adquieran soltura en su relación con el entorno.